La teoría celular es uno de los pilares fundamentales de la biología moderna, estableciendo que todas las células se originan a partir de células similares preexistentes. Esta idea se formalizó a mediados del siglo XIX, basada en las observaciones de varios investigadores. La vieja observación de que la progenie de una especie biológica, al alcanzar el estado adulto, está compuesta de individuos con características similares a las de sus progenitores, encontró su explicación en la teoría celular.

La propuesta de que todos los organismos están formados por células fue presentada por primera vez por R. Hooke en el año 1660. Utilizando un microscopio, Hooke observó cortes finos de corcho y notó que estaban formados por pequeñas estructuras similares a celdas. Sin embargo, la teoría celular tal como la conocemos hoy en día se desarrolló más tarde, en el siglo XIX, gracias a los trabajos de diferentes investigadores.

En 1838, M. Schleiden descubrió que los tejidos vegetales están compuestos por células, y posteriormente, T. Schwann extendió esta observación a los animales. La importancia de este conocimiento se comprendió en 1858, cuando R. Virchow demostró que una célula no se genera espontáneamente, sino que proviene de otra célula similar.

Un año después, en 1859, Charles Darwin inició una revolución intelectual en la biología con su teoría de la evolución, expuesta en su libro "El origen de las especies". La teoría de la evolución pretende explicar el origen de la diversidad de los seres vivos y está relacionada con la herencia de características de una generación a otra. Darwin propuso que los organismos actuales son descendientes modificados de ancestros comunes, y que la fuerza principal que dirige los cambios evolutivos es la selección natural. Esta teoría cambió radicalmente nuestra comprensión de la vida y sentó las bases para la biología evolutiva.

Sin embargo, la comprensión de los mecanismos de herencia y transmisión de características de una generación a otra no se estableció claramente hasta principios del siglo XX. Gregor Mendel, un monje austríaco, estableció las leyes de la herencia en 1865, pero su importancia no se reconoció plenamente hasta su "redescubrimiento" en 1905 por De Vries.

Mendel y otros genetistas estudiaron cambios heredables en los organismos, como el color de las semillas o la forma de las flores. Estos cambios fenotípicos representan alteraciones en la información genética a nivel de organismo. Fue en la década de 1940 cuando T. H. Morgan, utilizando la mosca de la fruta como modelo de estudio, identificó a los cromosomas como las estructuras celulares que contienen la información genética. Morgan demostró la relación entre los genes y los cromosomas, sentando las bases para la comprensión de los mecanismos moleculares de la herencia.

En 1944, O.T. Avery, C. MacLeod y M. McCarthy realizaron un experimento clave al demostrar que el DNA de la bacteria Pneumococcus pneumoniae contenía la información genética. Aislaron una cepa no patógena de una cepa patógena y mostraron que solo el DNA era capaz de transmitir la capacidad de infectar a los ratones. Este descubrimiento estableció al DNA como la molécula portadora de la información genética.

La estructura del DNA fue descifrada en 1953 por Francis Crick y James Watson. Utilizando el análisis de difracción de rayos X, propusieron el modelo de la doble hélice de DNA. Este descubrimiento revolucionó la biología molecular y sentó las bases para comprender cómo se duplica y transmite la información genética.

A partir de 1953, se intensificó el estudio de los mecanismos moleculares relacionados con la duplicación, reparación, recombinación y transposición del DNA, así como el procesamiento celular de la información genética. Se descubrió que la información genética de todas las células se encuentra en el DNA, aunque en algunos virus y bacteriófagos también puede localizarse en moléculas de RNA. El DNA contiene la información necesaria para generar una nueva célula o un nuevo organismo, determinando sus características y su adaptación al entorno.

En conclusión, el postulado principal de la teoría celular establece que toda célula se genera a partir de una célula similar preexistente. La teoría de la evolución propuesta por Charles Darwin explica el origen de la diversidad de los seres vivos y la herencia de características de una generación a otra. Los estudios de Mendel y el descubrimiento de la estructura del DNA son hitos importantes en la comprensión de la genética y la biología molecular. Estos avances sentaron las bases de la biología moderna y continúan siendo fundamentales en los estudios actuales.