En el paso sexto de la glucólisis, el gliceraldehído-3-fosfato (G-3-P) sufre un proceso de oxidación y fosforilación simultáneas. El resultado de esta reacción es la formación de glicerato-1,3-bisfosfato, una molécula que alberga un enlace rico en energía destinado a la producción de ATP en pasos subsiguientes:

La orquestación de este proceso recae en la gliceraldehído-3-fosfato deshidrogenasa, una enzima compuesta por cuatro subunidades idénticas, cada una equipada con sitios específicos para unir el G-3-P y el NAD+. En un movimiento elegante de bioquímica, la enzima forma un enlace covalente tioéster con el sustrato, facilitando la transferencia de un ion hidruro al NAD+ en el sitio activo. Este intercambio permite que el NADH se retire, dando paso a un nuevo NAD+. Posteriormente, el complejo acil-enzima es asaltado por un fosfato inorgánico, liberando el producto final del sitio activo y avanzando la glucólisis hacia su próxima fase de generación de energía.