En la vanguardia de la virología, se han descifrado los mecanismos intrincados que gobiernan la replicación viral dentro de una única célula. Aunque las especificidades varían entre los distintos patógenos, todos comparten un ciclo de multiplicación marcado por etapas críticas.

El proceso inicia con la fase de adhesión, donde el virus localiza y se une a su célula huésped designada. Este enlace es notablemente específico: las proteínas virales de adhesión reconocen y se acoplan a los receptores celulares específicos. Este encuentro inicial, dinámico y reversible, comienza con interacciones electrostáticas débiles que rápidamente evolucionan hacia uniones más robustas y en muchos casos, irreversibles, definiendo así la tropismo viral por ciertas células o especies huésped.

Tras anclarse en la superficie celular, el virus debe ingresar a la célula para replicarse, en un proceso conocido como penetración o entrada. Internamente, el genoma viral necesita liberarse, lo cual se logra mediante la desencapsulación, donde se pierden las proteínas virales que forman la partícula. En algunos virus, la entrada y desencapsulación ocurren simultáneamente. Notablemente, estas fases iniciales no demandan energía en forma de hidrólisis de ATP.

Con el genoma viral accesible, se inicia la fase de biosíntesis: replicación del genoma, transcripción de ARNm y traducción proteica. Este último proceso emplea ribosomas celulares, subrayando la dependencia viral de la maquinaria y recursos celulares para la biosíntesis, caracterizando a los virus como parásitos intracelulares obligados. Los genomas recién formados sirven tanto para nuevas rondas de replicación como para la transcripción de más ARNm viral, amplificando la producción viral desde la célula infectada. Estos genomas se ensamblan con las proteínas virales recién sintetizadas para formar partículas virales progenitoras durante el ensamblaje. Finalmente, las partículas deben ser liberadas de la célula, buscando nuevas células huésped para reiniciar el ciclo. Este proceso de maduración, necesario para que las partículas sean infecciosas, puede ocurrir antes o después de su liberación.

Al integrar los pasos del ciclo de multiplicación viral con los datos de una curva de crecimiento de un solo paso, observamos que durante la fase de eclipse, el virus atraviesa las etapas de adhesión, entrada, desencapsulación y biosíntesis. Durante esta fase, aunque las células contienen todos los componentes para producir nuevos virus, el virus inicial ha sido desmontado y aún no se han generado nuevas partículas infecciosas. Es solo tras el ensamblaje que observamos partículas virales dentro de la célula, listas para ser liberadas al medio y continuar su ciclo infeccioso.