farmacologia 09

Consentimiento para participar en un ensayo clínico

El desarrollo clínico de nuevos fármacos generalmente se lleva a cabo en pasos o fases descritas convencionalmente como farmacología clínica (fase I), investigación clínica (fase II), ensayos clínicos (fase III) y estudios posteriores al mercado (fase IV).

Fase I
Cuando se administra un fármaco por primera vez a seres humanos, los estudios generalmente se han llevado a cabo en hombres sanos de entre 18 y 45 años de edad. Sin embargo, esta práctica está siendo cada vez más examinada y criticada. Para ciertos tipos de fármacos, como los agentes antineoplásicos, no es apropiado utilizar sujetos sanos debido al alto riesgo de lesiones. El propósito de los estudios de fase I es establecer el nivel de dosis en el cual aparecen los primeros signos de toxicidad. Los estudios iniciales consisten en administrar una sola dosis del fármaco de prueba y observar de cerca al sujeto en un hospital o unidad de farmacología clínica con instalaciones de emergencia. Si no se producen reacciones adversas, la dosis se incrementa progresivamente hasta alcanzar una dosis o nivel sérico predeterminado o hasta que aparezca toxicidad. Los estudios de fase I generalmente se limitan a un grupo de 20 a 80 sujetos. Si no se producen efectos adversos a partir de dosis únicas, se inician estudios de dosis múltiples a corto plazo.

Fase II
Si los resultados de los estudios de fase I muestran que es razonablemente seguro continuar, el nuevo fármaco se administra por primera vez a pacientes. Idealmente, estas personas no deberían tener problemas médicos aparte de la afección para la cual se pretende el nuevo fármaco. Los esfuerzos se concentran en evaluar la eficacia y establecer un rango de dosis óptimo. Por lo tanto, los estudios de dosis-respuesta son una parte crítica de los estudios de fase II. El monitoreo de los sujetos en busca de efectos adversos también es una parte integral de los ensayos de fase II. El número de sujetos en los estudios de fase II suele ser de entre 80 y 100.

Fase III
Cuando se ha establecido un rango de dosis efectivas y no han ocurrido reacciones adversas graves, se puede exponer a grandes grupos de sujetos al fármaco. En los estudios de fase III, el número de sujetos puede variar desde varios cientos hasta varios miles, dependiendo del fármaco. El propósito de los estudios de fase III es verificar la eficacia del fármaco y detectar efectos que pueden no haber aparecido en las fases I y II, durante las cuales la exposición al fármaco fue limitada. Al final de la fase III, se presenta una solicitud de nuevo fármaco. Sin embargo, para los fármacos destinados a tratar enfermedades que amenazan la vida o enfermedades graves en las que no existe una terapia satisfactoria, la FDA (Administración de Alimentos y Medicamentos) ha establecido procedimientos diseñados para acelerar el desarrollo, la evaluación y la comercialización de nuevas terapias. En la mayoría de los casos, este procedimiento se aplica a los fármacos que se están desarrollando para el tratamiento del cáncer y el síndrome de inmunodeficiencia adquirida (SIDA). Bajo este procedimiento, los fármacos pueden ser aprobados en base a estudios de fase II realizados en un número limitado de pacientes.

Fase IV
Después de que un fármaco es aprobado y comercializado, a menudo se llevan a cabo estudios controlados y no controlados. Estos estudios tienen como objetivo ampliar la experiencia con el fármaco y compararlo con otros fármacos.

POBLACIONES ESPECIALES
Uno de los objetivos del desarrollo de fármacos es proporcionar suficientes datos para permitir el uso seguro y efectivo del fármaco. Por lo tanto, la población de pacientes que participa en los ensayos clínicos debe ser representativa de la población de pacientes que recibirá el fármaco cuando se comercialice. Sin embargo, en diferentes medidas, las mujeres, los niños y los pacientes mayores de 65 años han sido subrepresentados en los ensayos clínicos de nuevos fármacos. Las razones de exclusión varían, pero la consecuencia es que la información de prescripción para estas poblaciones de pacientes a menudo es deficiente.

VIGILANCIA DE REACCIONES ADVERSAS
Casi todos los fármacos tienen efectos adversos asociados a su uso; estos van desde inconvenientes leves hasta morbilidad grave y muerte. Algunos efectos adversos son extensiones del efecto farmacológico del fármaco y son predecibles, por ejemplo, hipotensión ortostática con algunos agentes antihipertensivos, arritmias con ciertos fármacos cardioactivos y desequilibrio electrolítico con diuréticos. Otros efectos adversos no son predecibles y pueden ocurrir raramente o retrasarse durante meses o años antes de que se reconozca la asociación. Ejemplos de tales reacciones son la anemia aplásica asociada con cloranfenicol y el carcinoma de células claras del útero en descendientes de mujeres tratadas con dietilestilbestrol durante el embarazo. Los programas de vigilancia posterior al mercado y los sistemas de notificación de reacciones adversas pueden detectar tales eventos. La mejor defensa contra acciones adversas devastadoras sigue siendo la vigilancia y la sospecha del médico.

En resumen, la investigación clínica de nuevos fármacos se lleva a cabo en varias fases, comenzando con estudios en sujetos sanos (fase I) y avanzando hacia estudios en pacientes para evaluar la eficacia y dosis óptima (fase II). Una vez establecido un rango de dosis efectivas, se realizan estudios en grandes grupos de sujetos para verificar la eficacia y detectar efectos adversos (fase III). Después de la aprobación y comercialización, se pueden llevar a cabo estudios adicionales para ampliar la experiencia con el fármaco (fase IV). Es importante que las poblaciones especiales, como mujeres, niños y personas mayores, estén adecuadamente representadas en los ensayos clínicos para garantizar la seguridad y eficacia del fármaco en todos los grupos de pacientes. La vigilancia de las reacciones adversas es fundamental para identificar y abordar cualquier efecto negativo asociado al uso del fármaco. En conjunto, estas fases y prácticas de investigación clínica contribuyen al desarrollo y uso seguro de nuevos medicamentos en beneficio de la salud de la población.

Bibliografía

1. Modern Pharmacology With Clinical Applications, Sixth Edition. Charles R. Craig PhD, Robert E. Stitzel PhD 

2. Basic & clinical pharmacology  Bertram G. Katzung, Todd W. Vanderah

3. Farmacología Humana -  Jesús Flórez Beledo, Juan Antonio Armijo Simón, África Mediavilla

4. A Textbook of Clinical Pharmacology and Therapeutics, 5Ed, James Ritter, Lionel Lewis , Timothy Mant, Albert Ferro